La receta para ganar dinero

Quizás andes desanimado. La vida puede haberte tratado mal, no tienes dinero, eres pobre, las deudas te acosan por todos lados y seguramente pensarás que es una mierda eso de ahorrar, que es demasiado tarde para empezar, que no merece la pena, etc.

Te parecerá una tontería esto que voy a decirte, pero… ¡El dinero está ahí, sólo espera que lo cojas y lo pongas a trabajar para ti!

Tú me preguntarás que dónde está, que no lo ves, que solo tienes deudas, que eres pobre, que estás arruinado. Pues bien, tienes el dinero delante de tus ojos. El dinero circula, se mueve, pasa de mano en mano y ten por seguro que el dinero estará encantado de darte una nueva oportunidad.

Vale, admitamos que eres un poco duro de mollera y que sigues sin ver el dinero que está esperándote delante de tus ojos. Voy a intentar que lo veas con un ejemplo y te voy a hacer una pregunta muy sencilla: ¿Cuánto dinero has ganado en tu vida?

Si sumáramos todas la cantidades de dinero que han pasado por nuestras manos en toda nuestra vida y que se nos han escurrido entre los dedos nos quedaríamos de piedra. Haz unos cálculos rápidos de cuanto ganas al año, multiplícalo por los X años que lleves trabajando y te harás una pequeña idea. Sigue sumando todo tipo de dinero que haya pasado por tus manos, las pagas que te daban tus padres cuando eras pequeño, el dinero que te daban tus familiares cuando cumplías años o era tu santo, el dinero que te daba el ratoncito Pérez cuando se te caía un diente y lo dejabas debajo de la almohada, etc. Luego fuiste creciendo y empezaste a trabajar los veranos por un pequeño sueldo (sigue sumando), suma cosas como aquella vez que te tocó la pedrea de la lotería, aquel billete de 20 euros que te encontraste tirado en la calle, aquella moneda llena de barro que apareció pegada a tu zapato, etc.

Bueno, vale ya, creo que es suficiente. ¿Cuántos millones llevas ya sumados? Estoy seguro que te has olvidado de sumar un buen montón de millones pero claro, entiendo que no puedas acordarte de todas las cantidades que han pasado por tus manos. No te preocupes, es normal, a todos nos pasa. Todos tendemos a olvidar muchas de todas esas ingentes cantidades de dinero que hemos ganado a lo largo de nuestra vida.

Ahora te pregunto nuevamente: ¿sigues sin ver todo ese dinero que está delante de tus ojos? ¿Acaso no te has dado cuenta todavía que el dinero está pasando constantemente por tus manos? ¿No ves que no deja de circular y de pasar por tus manos? ¿Acaso no va a seguir pasando a lo largo de toda tu vida por tus manos? Normalmente pasará en pequeñas cantidades porque imagino que tu sueldo no será muy alto, otras veces pasará en cantidades mayores como aquella vez que te tocó la lotería o pasará en cantidades pequeñas como esos intereses que te ha dado tu cuenta en el banco, pero siempre pasa, siempre circula, nunca deja de moverse delante de ti.

Supongamos, es sólo un ejemplo, que a lo largo de tu vida solamente ha pasado por tus manos un millón de euros. Imagina que hubieras ido metiendo en una hucha el 10% de cada cantidad que pasara por tus manos. ¿Sabes que ahora mismo tendrías ahorrados 100.000 euros? ¿Sabes que colocados a plazo fijo del 5% te estarían rentando 5000 euros anuales? Si eres un mileurista con un sueldo de 1000 euros mensuales, esos 100.000 euros a plazo fijo del 5% equivaldrían a 5 meses sin tener que trabajar. ¿Qué gozada poder estar 5 meses sin trabajar, verdad?

Ahora piensa que por desgracia ese dinero ya no puedes ahorrarlo, porque todo ese dinero ya pasó por tus manos y se marchó a otras manos que supieran tratarlo mejor y cuidarlo mejor que tú. Pero no por ello el dinero va a dejar de pasar por tus manos ni va a dejar de circular. A veces pasará a trompicones y otras veces pasará establemente todos los meses, pero nunca dejará de pasar.

Todavía estás a tiempo de ir reservándote para ti mismo el 10% de lo que pase por tus manos o incluso si solo te guardas un 5% acabarás haciendo un negocio redondo. ¿No ves que en unos años tendrás un enorme colchón económico a tu disposición?

Si vas metiendo esas pequeñas cantidades en una cuenta remunerada de esas que te dan un 2% anual el interés compuesto empezará a trabajar para ti.

Ahora me dirás que te cuesta ahorrar, que llegas a duras penas a fin de mes, etc. Eso solo son excusas que te pones a ti mismo porque no quieres ser rico.

Te voy a explicar el truco infalible para ahorrar un 10% o un 5%:

Te pagan el sueldo y seguro que lo primero que haces es separar lo que tienes que pagar de la luz, del teléfono y cuando has separado todo lo que tienes que pagar miras cuanto te queda para pasar el mes.

¿Por qué no te facturas a ti mismo y separas lo primero de todo ese 10% o ese 5% y te pagas a ti mismo antes que a nadie? Si te pagas a ti mismo el primero, seguro que hay dinero para pagarte. Si te pagas a final de mes, quizá no quede dinero para pagarte tu propia factura y todos ganan menos tú.

No te dé miedo no poder pagar a los demás, o no poder llegar a fin de mes. No olvides que el dinero seguirá pasando por tus manos y seguirá circulando. Antes o después irás pagando a todos y saldrás adelante. Quizás algún mes tengas que hacer algún sacrificio como tomarte tres cafés menos o dejar de ir un fin de semana al cine, pero no debieras tener que hacer sacrificios mucho mayores porque el dinero sigue ahí, pasando continuamente por tus manos.

Vete invirtiendo todos esos 10% o 5% que vayas ahorrando. Al principio sólo serán 100 euros, luego se convertirán en 1.000, luego 10.000 y, antes de que te des cuenta serán 100.000 y luego un millón. Si te da miedo comprar acciones o invertir en fondos o depósitos o cosas así, simplemente mételo en una cuenta remunerada aunque saques solamente el 1 o 2% anual. Reinvirtiendo esos intereses junto a todo lo que ya tengas ahorrado cada vez tendrás más dinero porque es como una bola de nieve que rueda por la montaña. Al principio es una bola de nieve pequeña, minúscula, pero a medida que va rodando se va rodeando de nuevas capas de nieve como una cebolla y cada vez es mayor hasta que llega a tener más de un metro de grosor.

Con tus ahorros pasará lo mismo, cada vez serán mayores y habrá un momento que incluso hasta te puedas plantear dejar de trabajar. Si puedes inviértelo en cosas más rentables que una cuenta remunerada, pero si no sabes confórmate con la cuenta remunerada. Tardarás más tiempo pero el dinero siempre será como un amigo que siempre seguirá pasando a tu lado.

Mi padre, que era muy sabio a la hora de invertir, me dijo un día una frase que se me quedó grabada aunque nunca profundicé verdaderamente en su significado real: “Con mi sueldo puedo tener garbanzos para comer, pero mis ahorros e inversiones son las que me permiten añadir chorizo o morcilla y otras cosas ricas a los garbanzos para que den sabor y sepan mejor que simples garbanzos hervidos y se conviertan en un buen cocido”. Hasta hace muy poco tiempo no he comprendido el verdadero significado de esa frase y la grandeza de la enseñanza que encerraba y me arrepiento de no haber prestado antes mayor atención a sus palabras.

Pero ahora lo tengo muy claro: Ahorrar no es malo y, sobre todo, el dinero está ahí fuera esperando que lo coja y nunca dejará de circular. Los tontos lo dejan correr sin hacerle caso y los listos lo van cogiendo y lo van poniendo a trabajar para ellos mismos. Ahora me despido con una pregunta: ¿Tú quieres ser tonto o quieres ser listo?